Amiga te confieso que mi corazón
está adolorido por tu ausencia
me falta tu presencia
para alegrar mi existencia.
Me llega la melancolía
al recordarte cada día
y darme cuenta
que ya no estás conmigo,
le pregunto a la luna
si te ha visto en tu andar
pero se queda enmudecida
pués ya no quiere
verme llorar más.
Todavía sigo en pie
pués me mantienen
los recuerdos
de nuestra amistad
verdadera que estoy
segura perdurará
en el tiempo y
seguirá siendo sincera
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